El deslizamiento ocurrido en El Arenillo, al sur-occidente de la ciudad de Manizales, en diciembre de 2006, fue un evento significativo que afectó una zona con una historia de procesos de inestabilidad. El deslizamiento involucró un volumen estimado de 93.000 m³ de rellenos, cenizas volcánicas y algunos suelos residuales. Este evento implicó graves afectaciones a la infraestructura vial, viviendas y redes de servicios públicos. El área donde ocurrió el deslizamiento está ubicada en una zona geológicamente compleja, con alta influencia de fallas geológicas del sistema de fallas de Romeral, lo cual condiciona el comportamiento de los materiales que componen las formaciones superficiales.
Para mitigar las afectaciones y reducir el riesgo de futuros deslizamientos, se llevaron a cabo las siguientes obras: conformación general de la zona afectada, mediante la generación de terrazas, perfilado y empradizado de taludes para eliminar materiales fallados; construcción de obras de drenaje superficial como zanjas colectoras, acequias, canales de rápidas con tapa y pantallas deflectoras, canales de fondo liso y la pavimentación de la vía municipal en el tramo afectado por el deslizamiento, y andenes; obras de drenaje subsuperficial como drenes en zanja y drenes subhorizontales; obras de reforzamiento de taludes como pantallas ancladas y muro en suelo reforzado y obras de control torrencial como canal trapezoidal reforzado y una serie de diques en concreto ciclópeo para disipar la energía de la corriente y controlar los procesos de profundización del lecho del cauce.