El deslizamiento que ocurrió en la Intersección Uribe a principios de 2004, generó una amenaza significativa para diversas obras y construcciones en la zona. El deslizamiento fue de carácter complejo y retrogresivo, con presencia de múltiples bloques fallados al interior del escarpe que se desplazaban en una dirección preferencial sureste. Involucró una variedad de materiales incluyendo llenos antrópicos, depósitos de caída piroclástica y depósitos coluviales, afectando parte de las instalaciones de la Universidad Antonio Nariño e infraestructura circundante.
Para mitigar los efectos del deslizamiento y reducir el riesgo de daños adicionales, se llevaron a cabo una serie de obras consistentes en: perfilado de taludes y empradizado de las zonas intervenidas; pantallas pasivas y activas; obras de drenaje superficial como zanjas colectoras y bermas, canal de rápidas con tapa, canales de fondo liso; obras de drenaje subsuperficial como drenes horizontales, filtros en zanja y trinchera filtrante.